No son fruto de la imaginación colectiva: aquí los tesoros existen. Escondidos o no, todavía quedan lugares donde experimentar otras sensaciones. Lugares que no todo el mundo conoce, donde observar, aprender y vivir de primera mano la emoción del descubrimiento. Aquí, en el Garraf, la única cuestión es decidirse a disfrutarlos. Algunos son pequeños y cuesta verlos pero otros se muestran magníficamente, con un orgullo que les ha dado fama internacional.